No se si os habréis fijado ya en el calendario del año que viene para ver en que caen los carnavales (yo es una cosa que suelo hacer cada año antes de que llegue el miércoles de ceniza, llamadme agonía, que quereis, soy así).
Pues bien, por fin el calendario lunar ha querido que los carnavales caigan más tarde que nunca. El carnaval se celebrará del 4 al 8 de marzo, siendo la final del concurso el 3 de marzo y las semifinales el último fin de semana de febrero (del 25 al 27).
Creo que este mayor retraso en el calendario solo aporta ventajas. Primero al estar más separado de la navidad, como que hay más tiempo para preparar las cosas, y segundo al estar más metido en primavera, en principio debe hacer menos frio (aunque nunca se sabe), las tardes son más largas, el sol luce y calienta de otra manera y eso invita más a que la gente salga a la calle.
Y la otra gran noticia del carnaval venidero es que el día de la Martir cae en sábado. Sabemos que ese día no es laborable, pues salvo el comercio minorista y algún pequeño taller o empresa, es prácticamente un dia de descanso para el resto de los mortales. ¿Se atreverá el equipo de gobierno a declarar festivo el martes de carnaval en detrimento de la martir? Ya se verá, aunque queda mucho para ello.
No obstante si esa fuese la decisión, y ojala que la sea, hay que echar toda la carne en el asador para que sean unos carnavales muy participativos, pues estarán muchos ojos mirando. Y es que señores año tras año, cada vez que termina la fiesta tenemos que estar justificandonos siempre ante las mismas voces críticas, pasivas e injustas de siempre. Tan duro, tan triste y tan cierto.
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