Calamonte, 23 de Abril, 10 y media de la noche recién pasadas, acompañado de mi mujer llego a la Ciudad Amiga. Después de intuir la localización, gracias a mis dotes de orientación, paro en la puerta de un establecimiento y pregunto, ¿la Peña esa de los carnavales que inauguran hoy?, uno se da la vuelta y pregunta a los compañeros, respondiéndonos más tarde: en la calle del médico, la primera a la derecha.
Efectivamente nada mas doblar la calle, vemos un grupo de gente sobre la acera, ya está aparcamos y nos dirigimos a destino. La invitación era a través de mi primo Corzo y cuando la tarde antes le reclamé la invitación formal me dijo que no hacía falta que uno que él conocía nos había invitado a los dos personalmente. Bueno aparecemos mi mujer y yo por la puerta y de esto que tienes la sensación que todo el mundo te mira y se pregunta, y estos que coño hacen aquí, quien cojones los ha invitado, pero bueno en peores plazas se ha toreado y con este saber estar que a uno le caracteriza pasamos el primer envite (mi mujer tirándome del brazo como diciéndome donde me has traído, el primo de marras sin aparecer), situación típica donde las haya.
Bueno a lo verdaderamente interesante, el local tiene buena pinta, es la típica peña de futbol pero en vez de a Messi y a Ronaldo aquí se adora a Martinez Ares y los Carpapas. Yo la verdad a este hombre que da nombre a la peña, no lo conocía de nada, luego mirando su biografía en internet veo que salió con los acuarela, los inmortales, etc. El local barra lado izquierdo, que no falte, varios disfraces originales de los Carapapas acompañados de fotos tanto del otro lado de Jerez como de este(es que esto de meterse con Jerez es muy gaditano), su tele con fotos pasando una trás otra, alguna recuerdo que había que girar la cabeza. A partir de aquí la gente ya fue viendo que no comíamos y alguien por allí se acerco, no recuerdo bien y me dijo te voy a presentar a zuuhhghleta, ¿Cómo? Y ahí fue donde lo conocí un tío campechano, nervioso, espontaneo con unos braques en la dentadura como los adolescentes aunque cada vez veo a menos adolescentes con ellos, y yo me pregunte y con esa boca puede un tío cantar, pues sí, nos lo demostró luego, y bastante mejor que otros sin aparatos.
Lo de “Zoleta” nos comento que venía de familia de azada, azoleta esa cosa que tienen los gaditanos de darle una vuelta de tuerca a las palabras, el habla de Cádiz como dice el profesor Payan de Sotomayor, el chaval la verdad simpático y muy cercano, sí que quizás estuviera algo nervioso por la inauguración de la peña con honor.
Ya nos fuimos calentando, una cervecita, un poco de picar en unas mesas laterales preparadas para la ocasión, llegó la hora de la verdad: en una escalera o mejor dicho sobre unos peldaños que dan acceso a otra dependencia lo que viene siendo otra habitación lo único es que se sitúa a distinto nivel comenzó lo que fue en si el acto de inauguración propiamente dicho. Con cuatro folios manuscritos que había paseado toda la noche por la sala mientras saludaba a unos y a otros, sin apenas tartamudear cosa propia de la emoción, fue desgranando sus comienzos en el carnaval recordando grupos y autores, buenos ratos, malos ratos y acabando por un repaso familiar donde agradeció el apoyo recibido por ellos, también dijo lo orgulloso que se sentía al dar el nombre a la peña, y por petición popular “que cante , que cante” hizo gala de sus cualidades vocales a capela y con arte y sentimiento.
Luego vinieron los abrazos y saludos, ¡ah! sin olvidar que se descubrió una placa conmemorativa del acto, excusó a sus compañeros de los Carapapas convocándonos para el día siguiente, y a partir de aquí empezaron los corrillos donde cada uno hacía sus florituras, apareció por allí un guitarra por supuesto sin el hechizo de Paco Alba.
“Zoleta” volvió a arrancarse a la par de otros amantes de esta música o droga del carnaval y alguno que otro demostró por allí su arte.
Buena iniciativa la de estos amantes del carnaval que espero que tengan suerte y sepan mantener esta llama que desde hoy se enciende aquí en la calle del médico, y no necesite la peña la visita de su vecino.
¡Salud carnavaleros!.
Fdo. Francisco José Prieto Bruñuelas, “Zapa”
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